Las FARC y la ELN están haciendo incursiones en todo el país, asegura FundaRedes.
La ONG aseveró que la ELN y las FARC están desarrollando actividades ilícitas a lo largo de todo el territorio nacional.
FundaRedes denunció a finales del mes de marzo, que mientras las fuerzas armadas venezolanas se encuentran combatiendo en el terreno fronterizo apureño, miembros disidentes de las FARC, están expandiéndose a otros territorios de Venezuela.
A través de un comunicado, la ONG comunicó que los grupos que más espacio están adquiriendo dentro del territorio nacional son El ejército de Liberación Nacional (ELN) y lo que parecen ser miembros disidentes de las FARC.
La Coordinadora del Observatorio de Derechos Humanos de FundaRedes en el estado Táchira, Angélica Huérfano, aseveró que desde el inicio de los enfrentamientos en la frontera; el ELN “ha realizado patrullaje e intimidación a la población” en diversos sectores del municipio García de Hevia, también ubicado en el estado Táchira.
Cabe destacar que este estado está en frontera con Colombia y es vecino de la región apureña, en donde se están llevando a cabo los enfrentamientos.
En la denuncia, se estipula que la población ha avizorado a hombres con botas negras, brazaletes con identificación del ELN y armamento largo “haciendo recorridos en zonas urbanas, instalando puntos de control y requisando a las personas, entre otras prácticas”.
José Mejías, el Coordinador de FundaRedes en el estado Amazonas, hizo un recordatorio hacia el informe que la Defensoría del Pueblo colombiana, emitió y en donde; se señala que tanto las disidencias de las FARC, como el ELN, “manejan sus actividades desde la frontera que comunica a Puerto Ayacucho, en el estado Amazonas, con el departamento Vichada de Colombia”.
Al norte del país, específicamente en el estado Falcón, Omar de Dios García, Coordinador de FundaRedes en la zona; aseguró tener pruebas de que la guerrilla también se encuentra realizando operaciones en el área, debido a que “(…) la consideran como territorio estratégico para el contrabando de oro, diamante y coltán hacia las islas holandesas y antillanas”.
Omar agrega que históricamente hablando, estas islas también les han servido como “puente (…) para avanzar en la trata de personas para esclavitud sexual, trabajos forzosos y reclutamiento”.